jueves, 6 de diciembre de 2018

Deuda eterna

De la mano de Mauricio Macri, Argentina transitó en los últimos tres años el proceso de endeudamiento del Estado más vertiginoso de su historia. Según estimaron el economista Eduardo Basualdo y el sociólogo Pablo Manzanelli, sólo en su primer año de gestión, la administración Cambiemos endeudó al fisco en u$s43.600 millones, lo cual representa (en términos constantes) "el doble del endeudamiento estatal contraído durante la guerra de Malvinas en 1982 (21,4 mil millones) y más que el de 2003, cuando llegó a 19,2 mil millones". Hasta julio de este año, según Hacienda, el incremento de la deuda pública (interna y externa, en todas las monedas) aumentó en u$s90.816 millones.

El Congreso no estuvo a la altura de un fenómeno de tal magnitud. Sin mayoría propia, Macri logró aval parlamentario al arreglo con los fondos buitre que ahora cuestiona la Justicia. También a las leyes que lo habilitaron a endeudarnos más. No hubo gran discusión.

La Constitución es clara: su artículo 75 dice que corresponde al Congreso "contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación" y "arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación". La gestión es del Ejecutivo, claro, pero ante emisiones tan abultadas como las de estos años debió haber un seguimiento y una auditoría mucho más serios. No fue así.

A veces, cuando un poder del Estado no hace su tarea, le toca a otro cubrirlo. Por lo general ya es tarde. Pero peor es nada.



Fuente: BAE Negocios

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