jueves, 10 de agosto de 2017

Nueva pulseada ganada por el dolar


El Banco Central sacrificó ayer 584 millones de dólares de las reservas pero no pudo controlar la escalada del tipo de cambio. El dólar minorista cerró en 18,05 pesos, con un incremento de 7 centavos, y alcanzó un nuevo récord. Las presiones en el mercado cambiario siguen firmes a pocos días de las elecciones y la compra de divisas es la principal apuesta, tanto de grandes inversores como de pequeños ahorristas. La autoridad monetaria, que hasta finales de julio sostenía que un país serio no debe intervenir para regular el tipo de cambio, desembolsó en unos pocos días 1304 millones de dólares para intentar ponerle un techo de 18 pesos a la cotización. El organismo realizó ventas en la plaza cambiaria en 5 de las últimas 9 jornadas hábiles.

El Central no sólo volvió a entregarle reservas al mercado sino que subió ayer la tasa de las Lebac de 26,3 a 27,2 por ciento en el mercado secundario, con el objetivo de moderar el avance de la divisa. Si bien no alcanzó para frenar el tipo de cambio minorista, el mayorista bajó 2 centavos, al cerrar en 17,72 pesos. El precio de este dólar con el que operan los grandes bancos y cerealeras cayó por primera vez en cinco días, pero en las agencias de bolsa aseguraron que la demanda sigue muy firme y que resultará complicado planchar la cotización en lo que resta de la semana. Precisaron que el precio del dólar ilegal volvió a incrementarse un centavo, al ubicarse en 18,41 pesos, y que el dólar futuro para diciembre cerró a 19,40 pesos, con un incremento de 3 centavos.

En la city existen diferentes opiniones acerca de lo que ocurre con el tipo de cambio y cuál es el rol del Banco Central. Algunos plantean que la presión se debe al factor electoral y que es correcto intervenir ahora para frenar la especulación. “Están haciendo lo que yo haría. Evitar la locura preelectoral”, dijo Juan Carlos de Pablo, al defender la estrategia del titular de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger. Pero el directorio del BCRA, hasta el último día de julio no pensaba que era buena idea salir a vender reservas para sostener la cotización. “Hicieron un experimento de laboratorio. Salió mal. Dejaron durante semanas que suba el precio para ver cómo se comportaba el mercado. Se les volvió una bola de nieve difícil de parar”, planteó a este diario Jorge Carrera, ex gerente de investigaciones de la autoridad monetaria.

Las intervenciones de los últimos días empezaron a generar tensiones internas entre las autoridades del Banco Central. Algunos funcionarios siguen planteando que la entidad tendría que mantener la coherencia discursiva y continuar con una estrategia de tipo de cambio flexible, es decir permitir que el mercado defina cuál es la cotización de equilibrio. Este diario consultó a distintos operadores de billetes de la city, quienes plantearon que ese valor de equilibrio se ubica por encima de los 22 pesos. En la Casa Rosada saben que un dólar en esos niveles es políticamente inviable. El Central recibió un pedido directo de funcionarios más allegados a Mauricio Macri para salir a vender reservas y contener las presiones. Sturzenegger, quien al inicio de su gestión planteó la importancia de tener una autoridad monetaria independiente del Poder Ejecutivo, no dudó y en menos de dos semanas ya sacrificó más de 1300 millones de dólares. Las reservas volvieron a caer ayer unos 358 millones y cerraron en 48.624 millones.

El ala política del Gobierno no oculta su malestar con las autoridades del Central por haber permitido la volatilidad cambiaria a pocos días de las elecciones. El ministro de Producción, Francisco Cabrera, planteó esta semana que el equipo económico ya no cree que pueda cumplirse la meta de inflación este año. La entidad, que en sus últimos comunicados de prensa volvió a afirmar que cumplirá con el objetivo inflacionario de este año, quedó desautorizada. El balance de la gestión de Sturzenegger en 2017 no es bueno y profundiza las críticas. La autoridad monetaria no sólo no frenó la inflación, que en julio volvió a rebotar y marcó un 2,1 por ciento, sino que no pudo mantener bajo control el tipo de cambio, que en unas pocas semanas pasó de 15 a 18 pesos (escalando un 20 por ciento). A su vez, el organismo quedó encerrado en una política de alta tasa de interés que le pone freno a la actividad del mercado interno y alimenta la burbuja de la deuda con Lebac. (Fuente: Página 12)

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