La canasta básica alimentaria se disparó un 8,5 por ciento en septiembre, aumento que resultó 2 puntos mayor a la inflación de ese mes. El dato determina la línea de indigencia, por lo cual las familias de cuatro miembros con ingresos inferiores a los 9059 pesos quedaron sumergidas en esa condición. La Universidad Católica Argentina ya advirtió que de acuerdo a sus relevamientos habrá un crecimiento explosivo de pobreza e indigencia, dado que a las subas de precios se agrega el incremento de la desocupación. Las cifras oficiales reflejan la misma evolución.
La canasta básica total, en tanto, registró un ascenso del 8,1 por ciento. Este indicador, que agrega bienes y servicios básicos a la cesta de alimentos, escaló a 22.558 pesos, cuando en septiembre del año pasado se encontraba en 15.451 pesos. Es decir que las familias que no hayan conseguido elevar sus ingresos en 7107 pesos los últimos doce meses quedaron bajo la línea de pobreza. El salto interanual fue del 46,0 por ciento, también por arriba de la inflación, que fue del 40,5 por ciento en el mismo período. En lo que va del año, finalmente, el ajuste de la canasta de pobreza llegó al 35,3 por ciento.
Las cifras del Indec evidencian que las subas de precios que afectan a los sectores más vulnerables superan a las de la inflación general. La jubilación mínima, por caso, se encuentra en 8637 pesos desde el mes pasado. Los aumentos de ambas canastas son los mayores desde que gobierna Mauricio Macri, aunque en rigor la información oficial solo contempla la evolución desde septiembre del año pasado, ya que antes el apagón estadístico impide conocer la evolución de los indicadores.
La canasta alimentaria, por su parte, subió 36,3 por ciento en lo que va del año y 43,1 por ciento en los últimos doce meses. El costo de 9051 pesos del mes pasado para una familia tipo se compara con los 6332 pesos de septiembre de 2017. El aumento fue de 2719 pesos.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reconoció que la devaluación que provocó una estampida de precios, con mayor incidencia en las canastas de pobreza e indigencia, no solo descargó sus efectos el mes pasado, sino que en octubre los datos serán igualmente negativos. Consultoras de la city estiman que la inflación de este mes rondará el 6 por ciento. La inflación mayorista, a su vez, fue del 16 por ciento en septiembre, lo cual hace prever que las subas de precios continuarán en niveles elevados los próximos meses. Frente a esta situación, la respuesta oficial fue elevar las tasas de interés a niveles record del 72 por ciento. Esa medida agravó la recesión económica. Por lo tanto, se configura un escenario de alta inflación con fuerte caída de los niveles de actividad e incremento de la desocupación y la subocupación. Ese cóctel redundará en mayores niveles de pobreza e indigencia, cada vez más lejos de la promesa electoral de Pobreza Cero que enarboló el Presidente en 2015.
La canasta básica total, en tanto, registró un ascenso del 8,1 por ciento. Este indicador, que agrega bienes y servicios básicos a la cesta de alimentos, escaló a 22.558 pesos, cuando en septiembre del año pasado se encontraba en 15.451 pesos. Es decir que las familias que no hayan conseguido elevar sus ingresos en 7107 pesos los últimos doce meses quedaron bajo la línea de pobreza. El salto interanual fue del 46,0 por ciento, también por arriba de la inflación, que fue del 40,5 por ciento en el mismo período. En lo que va del año, finalmente, el ajuste de la canasta de pobreza llegó al 35,3 por ciento.
Las cifras del Indec evidencian que las subas de precios que afectan a los sectores más vulnerables superan a las de la inflación general. La jubilación mínima, por caso, se encuentra en 8637 pesos desde el mes pasado. Los aumentos de ambas canastas son los mayores desde que gobierna Mauricio Macri, aunque en rigor la información oficial solo contempla la evolución desde septiembre del año pasado, ya que antes el apagón estadístico impide conocer la evolución de los indicadores.
La canasta alimentaria, por su parte, subió 36,3 por ciento en lo que va del año y 43,1 por ciento en los últimos doce meses. El costo de 9051 pesos del mes pasado para una familia tipo se compara con los 6332 pesos de septiembre de 2017. El aumento fue de 2719 pesos.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reconoció que la devaluación que provocó una estampida de precios, con mayor incidencia en las canastas de pobreza e indigencia, no solo descargó sus efectos el mes pasado, sino que en octubre los datos serán igualmente negativos. Consultoras de la city estiman que la inflación de este mes rondará el 6 por ciento. La inflación mayorista, a su vez, fue del 16 por ciento en septiembre, lo cual hace prever que las subas de precios continuarán en niveles elevados los próximos meses. Frente a esta situación, la respuesta oficial fue elevar las tasas de interés a niveles record del 72 por ciento. Esa medida agravó la recesión económica. Por lo tanto, se configura un escenario de alta inflación con fuerte caída de los niveles de actividad e incremento de la desocupación y la subocupación. Ese cóctel redundará en mayores niveles de pobreza e indigencia, cada vez más lejos de la promesa electoral de Pobreza Cero que enarboló el Presidente en 2015.
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