El Tribunal Oral Federal N°1 de La Plata concedió el arresto domiciliario a Miguel Etchecolatz, condenado a cuatro cadenas perpetuas por delitos de lesa humanidad y genocidio durante la dictadura cívico militar (1976-1983).
De momento, Etchecolatz permanecerá detenido producto de otras causas que están abiertas en su contra, lo cual obliga a cumplir prisión preventiva efectiva.
El exjefe de Investigaciones, quien cuenta con 87 años, padece de hipertensión y tiene el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
El detenido se encuentra alojado en el Hospital Penitenciario de la ciudad de Ezeiza, donde realiza una huelga de hambre, lo cual aceleró la gestión de sus abogados defensores.
La medida se enmarca en el cambio de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que se lleva a cabo en el Gobierno del presidente argentino Mauricio Macri.
Esto genero gran repercusión en distintos sectores de nuestra sociedad la cual peleo por muchos años para cerrar esta gran herida abierta por el proceso militar más violento de la historia de Argentina.
La familia de Julio López, desaparecido en 2006 y testigo clave en la causa por la que fue condenado a cadena perpetua el represor Miguel Etchecolatz, declaro “Estamos dolidos, pero no sorprendidos”.
Julio López fue una de las víctimas de la Dictatura militar que azotó al país entre 1976 y 1983. Etchecolatz fue el primer acusado por genocidio y Jorge Julio López era querellante en la causa en su contra. Tras su declaración, el represor fue llevado a la cárcel y condenado a cadena perpetua por crímenes cometidos en el marco de un genocidio. Tras declarar ante el juez, López fue desaparecido el 18 de septiembre de 2006 en La Plata. Aún no se sabe qué pasó con él. Hoy, a casi diez años de su desaparición, Etchecolatz está a un paso de tener el beneficio de la prisión domiciliaria.
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