Las cuentas fiscales cerraron 2017 con un rojo de 404.142 millones de pesos que equivalen al 3,9 por ciento del PIB. Cuando se incorporan a ese resultado primario los pagos de intereses de la deuda externa, el déficit financiero asciende hasta los 629.050 millones de pesos o el 6,1 por ciento del producto. Los desembolsos destinados a enfrentar los vencimientos crecieron 71 por ciento para alcanzar los 224.907 millones de pesos. Expresado en relación al nivel de actividad económica, las obligaciones generadas por el nuevo ciclo de endeudamiento aumentaron 0,6 puntos porcentuales para llegar a representar 2,2 puntos del PIB. El incremento en los intereses fue superior a la reducción en el gasto público asociada a los menores subsidios por los aumentos de tarifas. Las transferencias a los tenedores de bonos de la deuda contabilizaron 93.647 millones de pesos mientras que la baja en los subsidios económicos fue de 65.467 millones de pesos.
"Estamos satisfechos. Alcanzar este resultado no fue una tarea sencilla", celebró ayer el ministro de Finanzas, Nicolás Dujovne, al presentar los resultados para 2017. El déficit primario de 3,9 por ciento del PIB representó un "sobrecumplimiento" de 0,3 puntos porcentuales en la meta fiscal de 4,2 por ciento del producto prevista para el año. El resultado primario lanzado desde el Palacio de Hacienda marcó, a su vez, una reducción de 0,4 puntos frente al rojo de 4,3 por ciento registrado en 2016. A contramano de la lógica prevista por el funcionario, reducir el déficit y alcanzar los objetivos no habilitó la postergada lluvia de inversiones productivas ni consiguió controlar la inflación. "Estamos trabajando para llegar a la meta de inflación del 15 por ciento. Decidimos modificar las metas en función del desvío que veníamos trabajando y dotarlas de mayor credibilidad. Las expectativas del sector privado pueden ir al alza o la baja. Creo que ahora están influenciadas por suba de precios regulados. Una vez que baje la espuma de la suba de los precios regulados las expectativas van a bajar", aseguró el funcionario al referirse a las proyecciones para 2018 elaboradas por consultoras, sindicatos y centros de investigación que se ubican por encima del 20 por ciento.
El ministro Dujovne ponderó que, por primera vez desde 2004, los ingresos crecieron al 23 por ciento, por encima de los gastos primarios, que lo hicieron al 22 por ciento. Como las erogaciones para prestaciones sociales -jubilaciones y asignaciones- crecieron un 37 por ciento y los salarios del sector público aumentaron un 25 por ciento, la celebrada contención del gasto provino de dos rubros: la reducción de los subsidios (aumentos de tarifas) del 22 por ciento y el pobre desempeño en los gastos de capital que registraron una suba de apenas 14 por ciento.
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