La misma contó con la presencia de legisladores de otros bloques, como Araceli Ferreyra (Movimiento Evita), Roberto Salvarezza (FpV), Romina del Plá (PO-FIT) y Cecilia Moreau (Frente Renovador); organismos de DDHH, como la APDH y la titular de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, constitucionalistas y agrupaciones que luchan por el Estado laico.
Miembros de la Campaña Federal por la Separación Iglesia/Estado y la Campaña Nacional Por un Estado Laico, identificados con los pañuelos naranjas y negros respectivamente, también dijeron presente.
"Cuando convocamos a esta audiencia era otro momento del país, pero igual dada la injerencia que tienen las jerarquías de las iglesias en la vida social del país nos parecía importante poder avanzar en el tema", comenzó González Seligra, quien junto a del Caño es autora de dos proyectos. Uno que pretende terminar con la financiación del Estado a la Iglesia Católica y un segundo que busca reafirma el carácter laico de la educación pública.
"Las jerarquías de las iglesias intervinieron en el debate del aborto para vetar un derecho que estaba conquistado en las calles. Entonces los pañuelos verdes se unieron a los naranjas y negros", continuó.
"La Iglesia utiliza sus privilegios como un poder político para vetar los derechos sociales y eso lo ha hecho históricamente. No pasó sólo con el aborto. Lo ha hecho con el voto femenino, se han opuesto al divorcio, y ha tenido un rol en épocas de crisis apoyando dictaduras y gobiernos antipopulares", finalizó.
Luego fue el turno del constitucionalista, Roberto Gargarella, quien destacó la importancia de la "neutralidad estatal como un compromiso activo por la igualdad".
"Esto es igual al principio constitucional de 'una persona un voto'. Cuando un Estado toma partido o usa sus recursos en favor de una religión lo que hace es ofender a todos los que no piensan de acuerdo al culto oficial", explicó.
La titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, señaló que la Iglesia tiene que estar separada del Estado "por una cuestión moral". "Durante el terrorismo de Estado la Iglesia no fue cómplice, fue partícipe", indicó.
En este sentido, relató su sentir personal al respecto: "Yo soy católica, creo en Dios, pero ahora quiero hacer la apostasía. Yo no quiero ser más integrante del club del mal. Quiero poner el eje en quién creer".
Por su parte, el diputado del FpV, Roberto Salvarezza, celebró el comienzo del debate sobre la separación del Estado y la Iglesia y consideró que se trata de un "problema de igualdad". "Somos un país con igualdad de cultos, pero con los privilegios de la Iglesia Católica están desigualados", dijo.
"Con el tema de la Interrupción Voluntaria del Embarazo vimos claramente la campaña súper violenta que ejerció la Iglesia sobre los senadores. Lo vemos ahora también en el tratamiento por el dictamen de las modificaciones a la ley de Educación Sexual Integral. La Argentina se merece este debate. Esta separación no es un objetivo menor viendo cómo incide la Iglesia en la vida de todos", concluyó.
Fuente: Ambito
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