La desocupación urbana alcanzó en el último trimestre de 2018 al 9,1 por ciento de la población económicamente activa, lo cual representa un aumento de casi dos puntos con respecto al 7,2 por ciento registrado por el Indec en el mismo período del año anterior. Esto significa que un millón 185 mil personas se encuentran desempleadas y en busca de trabajo, de un total de casi 13 millones que representan la población activa en núcleos urbanos de todo el país. El aumento de la tasa de desempleo representaría que, a lo largo de 2018, se sumaron unos 260 mil personas al ejército de desocupados. Si se proyecta al total de la población laboral, la cantidad de desempleados nuevos sería del orden de los 400 mil sobre um total de 1 millon 750 mil.
La proporción de ocupados demandantes de empleo llegó en el cuarto trimestre de 2018 al 17,3 por ciento, lo cual representa un salto importante con respecto a un año atrás, cuando medía 14,7 por ciento. Esta cifra refleja los subocupados que buscan otro empleo sin conseguirlo, o bien ocupados plenos en busca de sumar otro trabajo o reemplazar el que tienen, presumiblemente por insuficiencia de ingresos.
En el período informado por el Indec, también aumentó la tasa de subocupados con respecto a la de un año atrás. La proporción de trabajadores que, si bien tienen empleo, no llegan a cubrir una jornada completa, representa el 12 por ciento de la población activa, cuando a fines de 2017 representaba el 10,2 por ciento. De acuerdo a las cifras del Indec, los subocupados sumaban un millón 557 mil personas a fines de 2018, unos 260 mil más que en el cuarto trimestre del año anterior.
Por sexo y edad, la franja de población con mayores problemas de desempleo son los jóvenes de hasta 29 años. Entre las mujeres, el desempleo llega al 21,4 por ciento. Entre los varones, la tasa es del 15,4 por ciento. En el primer caso, el aumento en relación al año anterior es de 2,6 puntos (era de 18,8 por ciento a fines de 2017). El desempleo joven de los varones creció en un año cuatro puntos, a partir del 11,4 por ciento en la medición del último cuarto de 2017.
De los 31 aglomerados urbanos , en cinco la desocupación alcanzó a los dos dígitos (es decir, que superó el 10 por ciento). Ellos son: Gran Rosario (12,8 por ciento), Mar del Plata (12,8), partidos del conurbano bonaerense (11,4), San Nicolás-Villa Constitución (11,3) y Santa Rosa-Toay (10,1). Mar del Plata es, además, el aglomerado urbano con mayor subocupación: 17,5 por ciento. Es decir que, entre desempleo y subocupación, la ciudad balnearia y sus alrededores tiene más del 30 por ciento de su población activa con problemas serios de empleo. Gran Rosario, con una tasa de subocupados del 12,8 por ciento, también se ubica entre los distritos del país con situación más conflictiva de empleo: entre desempleados y subocupados, suma 25,6 por ciento de la población activa.
La región Noroeste es la que exhibe los indicadores más preocupantes de subocupación, con cuatro aglomerados urbanos con tasas que se ubican entre las más altas del país: gran Tucumán-Tafí Viejo (14,4 por ciento), Salta (13,5), Jujuy-Palpalá (13,2) y Gran Catamarca (11,9). Otras aglomerados con alta tasa de subocupación, en otras regiones, son Gran Mendoza y Gran Córdoba, ambas con el 13,1 por ciento.
Un informe difundido ayer por el Instituto Pensamiento y Políticas Públicas, de Unidad Popular, al analizar los datos del Indec indica que la tasa de desempleo del 9,1 por ciento, “si bien no es la más alta de la serie publicada (por el actual gobierno tras el apagón estadístico de 2016), está entre las más importantes de los últimos diez años, similar al nivel verificado en 2009, por los efectos de la crisis financiera internacional”.
También pone el acento en analizar la actual estructura del mercado de trabajo, de acuerdo a la categoría ocupacional de las personas. A partir de una elaboración propia en base a los datos del Indec, el IPyPP concluye que del total de ocupados, el 74,5 por ciento son asalariados, el 21,1 por ciento trabajadores por cuenta propia, 3,9 por ciento son patrones y 0,4 por ciento trabajadores familiares sin remuneración. De los asalariados, aproximadamente dos tercios (64,7 por ciento) son trabajadores registrados, y el tercio restante (35,3), no registrados. Su evolución en el último año (del cuarto trimestre de 2017 al mismo período de 2018) mostraría que, mientras se perdieron más de 230 mil empleos registrados y aproximadamente 37 mil de cuentapropistas, aumentó en más de 83 mil la cantidad de los no registrados y en 47.800 la de patrones. “Surge con claridad que el 2018 es un año de profundización del ajuste y la desindustrialización; el sector público y el industrial son los protagonistas principales del crecimiento de la desocupación”, concluye.
La proporción de ocupados demandantes de empleo llegó en el cuarto trimestre de 2018 al 17,3 por ciento, lo cual representa un salto importante con respecto a un año atrás, cuando medía 14,7 por ciento. Esta cifra refleja los subocupados que buscan otro empleo sin conseguirlo, o bien ocupados plenos en busca de sumar otro trabajo o reemplazar el que tienen, presumiblemente por insuficiencia de ingresos.
En el período informado por el Indec, también aumentó la tasa de subocupados con respecto a la de un año atrás. La proporción de trabajadores que, si bien tienen empleo, no llegan a cubrir una jornada completa, representa el 12 por ciento de la población activa, cuando a fines de 2017 representaba el 10,2 por ciento. De acuerdo a las cifras del Indec, los subocupados sumaban un millón 557 mil personas a fines de 2018, unos 260 mil más que en el cuarto trimestre del año anterior.
Por sexo y edad, la franja de población con mayores problemas de desempleo son los jóvenes de hasta 29 años. Entre las mujeres, el desempleo llega al 21,4 por ciento. Entre los varones, la tasa es del 15,4 por ciento. En el primer caso, el aumento en relación al año anterior es de 2,6 puntos (era de 18,8 por ciento a fines de 2017). El desempleo joven de los varones creció en un año cuatro puntos, a partir del 11,4 por ciento en la medición del último cuarto de 2017.
De los 31 aglomerados urbanos , en cinco la desocupación alcanzó a los dos dígitos (es decir, que superó el 10 por ciento). Ellos son: Gran Rosario (12,8 por ciento), Mar del Plata (12,8), partidos del conurbano bonaerense (11,4), San Nicolás-Villa Constitución (11,3) y Santa Rosa-Toay (10,1). Mar del Plata es, además, el aglomerado urbano con mayor subocupación: 17,5 por ciento. Es decir que, entre desempleo y subocupación, la ciudad balnearia y sus alrededores tiene más del 30 por ciento de su población activa con problemas serios de empleo. Gran Rosario, con una tasa de subocupados del 12,8 por ciento, también se ubica entre los distritos del país con situación más conflictiva de empleo: entre desempleados y subocupados, suma 25,6 por ciento de la población activa.
La región Noroeste es la que exhibe los indicadores más preocupantes de subocupación, con cuatro aglomerados urbanos con tasas que se ubican entre las más altas del país: gran Tucumán-Tafí Viejo (14,4 por ciento), Salta (13,5), Jujuy-Palpalá (13,2) y Gran Catamarca (11,9). Otras aglomerados con alta tasa de subocupación, en otras regiones, son Gran Mendoza y Gran Córdoba, ambas con el 13,1 por ciento.
Un informe difundido ayer por el Instituto Pensamiento y Políticas Públicas, de Unidad Popular, al analizar los datos del Indec indica que la tasa de desempleo del 9,1 por ciento, “si bien no es la más alta de la serie publicada (por el actual gobierno tras el apagón estadístico de 2016), está entre las más importantes de los últimos diez años, similar al nivel verificado en 2009, por los efectos de la crisis financiera internacional”.
También pone el acento en analizar la actual estructura del mercado de trabajo, de acuerdo a la categoría ocupacional de las personas. A partir de una elaboración propia en base a los datos del Indec, el IPyPP concluye que del total de ocupados, el 74,5 por ciento son asalariados, el 21,1 por ciento trabajadores por cuenta propia, 3,9 por ciento son patrones y 0,4 por ciento trabajadores familiares sin remuneración. De los asalariados, aproximadamente dos tercios (64,7 por ciento) son trabajadores registrados, y el tercio restante (35,3), no registrados. Su evolución en el último año (del cuarto trimestre de 2017 al mismo período de 2018) mostraría que, mientras se perdieron más de 230 mil empleos registrados y aproximadamente 37 mil de cuentapropistas, aumentó en más de 83 mil la cantidad de los no registrados y en 47.800 la de patrones. “Surge con claridad que el 2018 es un año de profundización del ajuste y la desindustrialización; el sector público y el industrial son los protagonistas principales del crecimiento de la desocupación”, concluye.
Fuente: Página 12
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