viernes, 15 de febrero de 2019

Pese a las elecciones, el consumo masivo caería 1,5%

El desplome del poder adquisitivo en plena escalada inflacionaria del segundo semestre tumbó el consumo masivo. Según un informe de Kantar Worldpanel, en el cuarto trimestre cayó 4% interanual y 2018, con un retroceso promedio del 1%, marcó la tercera caída anual consecutiva. Los analistas proyectan que 2019 será la cuarta: aferrado al programa de ajuste fiscal y monetario acordado con el FMI, el Gobierno no contará en el año electoral con el envión del consumo, aunque en la previa de la campaña podría llegar cierto alivio.

La evolución del consumo masivo suele ser un fiel reflejo de los vaivenes del salario real y las prestaciones sociales. Es que los sectores de menores ingresos son quienes gastan una mayor porción (por no decir la totalidad) de sus ingresos. Con el derrumbe del 11,6% del salario real registrado y la caída del 13% en las jubilaciones, el retroceso era descontado.

Así, las familias estiraron la vida útil de los productos, cambiaron a marcas más económicas e hicieron un uso más intensivo de las promociones. "Las terceras marcas acumulan seis trimestres consecutivos de crecimiento. Mientras que las primeras caen en todos los sectores, principalmente en refrigerados/congelados y bebidas", explicó Federico Filipponi, director comercial de Kantar.

Pero las malas noticias no quedaron atrás. Con una inflación de enero que marcó 2,9% (ver aparte) y seguirá acelerándose en los próximos meses por el impacto de los tarifazos, el año electoral comenzó con una continuidad del deterioro. Recién en el segundo semestre, de no mediar una nueva corrida cambiaria, podría llegar un alivio, cuando los salarios y las prestaciones sociales empiecen a dar mediciones interanuales negativas.

Así, Kantar y Ecolatina proyectan una nueva contracción promedio del consumo para 2019, en este caso del 1,5%. En el primer trimestre, tocaría fondo al caer 6,2% interanual y en el segundo caería 3,1%. En el tercero, habría una leve recuperación del 1,2% y en el cuarto, del 2,3%, en tiempos de PASO, generales y balotaje.

Consultada por BAE Negocios, la directora del CERX Victoria Giarrizzo coincidió: "Las familias están comprando lo justo, pagando deudas, podando todos los gastos que pueden esperar. Después de la fuerte pérdida de poder adquisitivo del año pasado y lo que va de 2019, y pasadas las vacaciones, lentamente las familias se van acomodando a una realidad más austera. Ese proceso va a seguir hasta junio, por lo menos. Entre marzo y junio todavía se van a seguir pagando las cuentas de las vacaciones, que si bien la temporada se movió bastante bien, fue con mucho esfuerzo. Y se va a sentir el impacto del menor ingreso, el mayor costo del financiamiento al consumo, el aumento en el desempleo, los cierres de empresas, todos factores que están empobreciendo y debilitan la demanda".

Para la economista, el rebote en la segunda mitad del año dependerá fundamentalmente de los estímulos del Gobierno. Pese al plan de ajuste hacia el déficit cero y la mirada atenta del FMI, Giarrizzo cree que al ser un año electoral "habrá medidas pro-activas, que seguramente el gobierno las viene guardando para tirarlas todas juntas ya mas cerca de la contienda". Así y todo, el año cerraría en baja.

Fuente: BAENegocios

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