"El principal riesgo sigue siendo un cambio en las preferencias de la cartera con respecto a los activos argentinos como resultado de las crecientes incertidumbres sobre el panorama político futuro", mencionó el Staff Report dad a conocer hoy.
El organismo dirigido en forma interina por el estadounidense David Lipton calculó que la inflación cerrará el 40% en 2019 (32,1% en 2020), que el PBI caerá 1,3% (+1,1% en 2020) y proyectó una meta fiscal deficitaria de 0,3% para este año.
El reporte del FMI reconoció la inercia inflacionaria, la recesión por la que transita la Argentina, los altos riesgos por la deuda soberana, la baja inversión y recomendó abrir la economía al comercio internacional.
Para el Staff del FMI, las eventuales condiciones adversas podrían derivar en un aumento de la dolarización que provocará presiones de depreciación, pasando a la inflación y conduciendo a un aumento en la relación deuda-PIB y una mayor pérdida de reservas de divisas.
Es probable que esto se combine con una renuencia a transferir tanto la deuda en pesos como la deuda cambiaria que, dada la alta tasa de reinversión necesaria, podría crear una brecha de financiamiento presupuestario y profundizar las preocupaciones sobre la liquidez y posiblemente la solvencia del soberano, advirtió.
"Es probable que un cambio de peso y una mayor preocupación por la sostenibilidad de la deuda se alimenten mutuamente. Es preocupante, entonces, que la reciente reducción de los vencimientos haya aumentado las necesidades de financiamiento a corto plazo y exacerbado los riesgos de reinversión en el período previo a la elección", mencionó el informe.
El FMI agregó que, a pesar de los riesgos significativos de la volatilidad y la incertidumbre, la implementación continua de la estrategia de gestión de la deuda como lo permitan las condiciones del mercado ayudará a mitigar los riesgos en el periodo electoral.
"Más allá de estos riesgos financieros, es posible que la inflación se mantenga estancada en niveles muy altos o que la recuperación esperada de la actividad pueda retrasarse. Esto llevaría a un empeoramiento de los resultados sociales, al aumento de la pobreza y a una erosión del apoyo público al programa de políticas del Gobierno", completó.
En esta línea, el FMI indicó que el Gobierno solicitó ampliar la ayuda social a los programas Primera Infancia, que apoya a familias de bajos ingresos y vulnerables a través de una red de centros de cuidado infantil, para niños de entre 0 y 3 años.
Además, solicitó ampliar el gasto en seguro de desempleo, programas de becas para estudiantes de familias de bajos ingresos, formulación e implementación de programas de políticas públicas para apoyar la equidad de género y programas de apoyo integral para madres, niños y adolescentes.
Fuente: BAE Negocios
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