lunes, 19 de septiembre de 2016

Tarifazo al menton de la gente, un problema de no terminar...


Una audiencia pública que no tuvo razón de ser, ya que nadie fue escuchado por el Ministro Aranguren, dio vía libre al tarifazo.

La propuesta oficial fue la de pasar de pagar 1,29 dólares de los 4,72 dólares que perciben las petroleras locales por millón de BTU y el resto lo subsidia el Estado, pero con el nuevo cuadro tarifario lo que pone el usuario será equivalente a 3,42 dólares. Por lo tanto, el subsidio se reducirá ya que lo que pase a poner el usuario lo dejará de poner el Estado.

El precio de la energía importada es en promedio mayor a esos 4,72 dólares que percibe el productor local. Por ese motivo, Aranguren planteó que los precios para los productores locales seguirán subiendo cada seis meses hasta llegar a 6,78 dólares por millón de BTU en octubre de 2019. De ese modo, busca generar los incentivos suficientes para que la producción local reemplace a la importación. Ese horizonte de precios creciente es el punto clave que seduce a las petroleras porque el Plan Gas concluye en diciembre de 2017, pero la nueva propuesta muestra que los usuarios irán pagando un precio creciente al menos hasta octubre de 2019.

Aranguren ratificó que la propuesta presentada en la audiencia implicará un aumento promedio en las facturas de los hogares de 203 por ciento sin impuestos. En el caso de las categorías R1, R2-1, R2-2 y R2-3, que engloban al 56 por ciento de los usuarios, el aumento promedio sería de 237 por ciento con una factura media por usuario mensual de 107 pesos. Para los usuarios R3-1, R3-2 y R3-3, que concentran al 31 por ciento de los usuarios, el aumento será de 176 por ciento con una factura media mensual de 371 pesos, mientras que los usuarios R3-4, que representan al 13 por ciento restante, ahora pagarán un aumento de 122 por ciento promedio con una factura media de 953 pesos, en todos los casos sin impuestos. Por lo tanto, se supone que la suba efectiva será entre 20 y 25 por ciento superior a esos valores.

Los aumentos mencionados están calculados sobre las tarifas plenas vigentes desde 2014, pero hay un porcentaje de usuarios que venían pagando sustancialmente menos por vivir en la Patagonia o estar beneficiados por medidas de amparo, como en Mendoza, San Luis y algunas localidades del interior de la provincia de Buenos Aires. En esos casos, las subas porcentuales que llegaron este año fueron superiores al 1000 por ciento. Para evitar una situación similar, la Patagonia tendrá ahora un esquema más gradual de suba del precio del gas en boca de pozo que recién llegará al valor de mercado en 2022, mientras que la situación de los beneficiados con amparos todavía no está resuelta.

Nos faltaría ver que pasara con las Pymes y Clubes, ya que ellos seguían pagando el tarifazo a números tremendos.

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