Una Copa que vale clasicos

River Plate sumo su segundo título en el año 2016. De la mano de un cuerpo técnico convencido, de jugadores que dejaron hasta la última gota de transpiración, de dirigentes que mantienen en calma un club que venía de lo más profundo del abismo. De un River que volvió a ser River, de un grande que mostro que cada vez es mas grande.

En la final se levanto de muchos golpes, de un arquero que va a tener que trabajar para mejorar su confianza, de una línea defensiva dubitativa, pero con una convicción que supera cualquier dificultad deportiva. Con un guía, Marcelo Gallardo, que parece que se cae, pero se levanta cada vez más fuerte. Con un goleador, Alario, que si bien no cerro el ultimo superclásico, hace goles que valen títulos, como en la Copa Libertadores 2015. Con un león en el medio, Ponzio, que es el dueño del medio campo y que infiltrado y con la nariz rota marca el ritmo de la presión del equipo. Con un Maidana que es el caudillo del fondo y con un D’alesandro, que cuando el técnico lo puso de diez, fue el conductor que necesita el equipo.

En un partidazo, supero 4 a 3 a Rosario Central, si en un partidazo, lleno de errores y de virtudes. Con tres goles de Alario, con undoble cambio de Gallardo, sacando a Martínez y D’alesandro, metiendo en Mora y Alonso, que fueron parte importante de cambiar el 2-3 en un resultado final de 4-3 para River. El árbitro con errores para ambos equipos no incidió en el resultado.

Salud a los hinchas de River Plate, que van a festejar y levantar la “Copa” para brindar en estas fiestas pidiendo por un 2017, parecido o mejor a los últimos tres años.